Poesía y las nuevas tecnologías en la infancia

poema

«Volverán las oscuras golondrinas»
G.A.Bécquer

EL nacimiento de la estética, de lo bello, de lo poéitco es inherente al nacimiento del ser humano. El hombre ha convivido con diferentes emociones toda su vida, esto es precisamente lo que le humaniza. Tenemos esa necesidad de compartir nuestros sentimientos, de explorarlos y analizarlos de una manera creativa y bella, de ahí que la poesía también deba actualizarse al entorno en que cada uno de nosotros vivimos. No podríamos desarrollar todo su potencial sin tener en cuenta ese acompañamiento externo que influye en nuestro ser más interno a la hora de producir poesía.

Vivimos en una era digital y con todo ello las maneras de comunicarse y de expresarse cambian. Ahora las nuevas tecnologías, ya no tan nuevas, nos inundan y rodean, de manera que la poesía que conocemos de nuestra infancia a través de diarios personales, de la profundidad de las palabras escritas en una hoja sin depurar, tiene que cambiar. Ahora existen otras opciones para ello, desde montajes fotográficos con frases poéticas que buscan llegar a lo más profundo de nuestra alma, hasta el aprendizaje de los clásicos a través de juegos interactivos que buscan  atraer a un público más juvenil o infantil, únicamente, por la pura conectividad que ofrecen.

En todo ello queda claro que es cuestión de un cambio de mentalidad, esa con la que nacen actualmente nuestros niños. Donde la pluma ha dejado paso al boligrafo de un usar y tirar y donde la máquina de escribir ha dado paso al ordenador, la tablet, el móvil, etc.

El lenguaje cambia, el estilo cambia y el formato con ellos.

La poesía se abre nuevos caminos que debemos considerar. Especialmente en la etapa de educación infantil y juvenil, donde debemos cuidar al extremo el hecho de comunicar adecuadamente, de trabajar la inteligencia emocional con los medios de los que disponemos y con la idea principal de ayudarles a integrarse con ese entorno en el que viven, aceptando como son y transmitiendo una actitud adecuada.

Cómo decía Ludwig Wittgenstein:

Los límites de mi lenguaje son los límites de mi mundo

Aunque el sentido que le da el autor a estas palabras difiere de lo que pretendo mostrar, la idea principal es la misma. Utilizamos el lenguaje para describir el mundo que nos rodea y la poesía es la principal encargada de la parte emocional de nosotros mismos. Si el entorno cambia, la poesía también. La comunicación no se reduce a lo escrito y lo mismo le ocurre a la poesía. Una imagen puede ser igual de poética que unas palabras porque sugieren esas palabras, esa expresión, esa comunicación. Imaginemos una puesta de sol, qué nos hace sentir.

La tecnología ha propiciado que la expresión emocional se diversifique. Ahora incluso tenemos emoticonos que muestran nuestro estado de ánimo en tan solo un caracter. La visualdiad y rápidez de este contacto hace que se facilite el aprendizaje emocional en la infancia.

Pongamos también el caso de cómo los avances tecnológicos audiovisuales han favorecido y propiciado un acuciante crecimiento del RAP, lenguaje poético musical por excelencia que podemos escuchar en recitales multilingüísticos, donde los diferentes lenguajes auditivos se fusionan y conectan para dar sentido a las palabras. En la misma línea y quizá más genuina de poesía es el llamado Spoken word (palabra hablada) o incluso la Performance Poetry donde se integra la poesía en una función audiovisual como preludio o dentro de ella y donde los podcast cobran auge con obras como la de Hedwig Gorski.

Podemos hablar de la enorme importancia que puede tener este tipo de poesía dentro del aula, favoreciendo una enseñanza creativa al tiempo que se conocen obras poéticas relacionadas con entornos actuales, o donde se utiliza la poesía como un mecanismo más de pensamiento crítico y divergente. Imaginad la holopoesía de Eduardo Kac en una aula de infantil. La tridimensionalidad de cada letra, su colorido, la impresión tan positiva y magnífica que provocará una motivación más que alentadora hacia la poesía en esos alumnos. O los Poemóbiles de Augusto de Campos con su disposición visual a través de troqueles, palabras de diferentes tamaños y colores, etc. Que pueden utilizarse tanto a nivel infantil como juvenil tratando de dilucidar la intención de su autor en ese caos que nos proporcionan las palabras.

Esa poesía visual que comenzamos conociendo a través de caligramas (cómo los de Simias de Rodes con forma de huevo) ha ido evolucionando a través de los siglos. Aparece  ahora como una poesía digital que nos sorprende por su profundidad de calado. Sólo hay que darse un paseo por las redes sociales para comprobar el auge que cobra entre los internautas.

Tomar la poesía digital como parte de proyectos de aula favorece el incesante desarrollo de varias competencias. Con los ejemplos que he dado, donde la tecnología está al servicio de lo estético, del verso (escrito o no) las posibilidades de aprendizaje son inigualables.

Encontramos poetas modernos que introducen solapadamente la tecnología en sus obras escritas. Así, Violeta Medina introduce códigos QR  en su libro Piel de Vidrio que nos enlazan con un recital audiovisual sorprendente.

Llegamos incluso a procesos de gamificación, donde el juego forma parte del entorno de aprendizaje de la poesía. Encontramos juegos de plataformas orientados a conocer poemas, como el Silent Conversation de Gregory Weir, en lo que se llama poesía interactiva.

En este ir y venir de ciencia, la aplicabilidad de la tecnología+la poesía en la escuela facilita un currículo que se vería mejorado en calidad y creatividad.

Considero imprescindible pasear por Poetrónica, un recopilatorio de poesía multimedia que puede ayudar a muchos maestros a desarrollar nuevos proyectos que mezclen ambos conceptos, utilizando el stopmotion como recuros poético, la visualidad de unos recortes grabados en vídeo o incluso la fusión de texto e imágenes para ampliar el significado.

Desde el momento que han aparecido las tablets, la intuición y sencillez de su uso ha manifestado un creciente uso por parte de nuestros estudiantes que han favorecido el crecimiento de diversas aplicaciones educativas. Entre ellas y casi de manera exponencial han ido aparenciendo aplicaciónes para el aprendizaje y disfrute de la poesía. Aunque mayoritariamente las encontramos en inglés no dejan de resultar útiles para los niños el conocer autores clásicos como Lord Byron de la mano de actores cinematográficos reconocidos que propiciaran una motivación y una dicción en lengua extranjera excelentes para introducir la poesia en nuestras aulas (Poetry App).

Tambien, muy al estilo de Llul con su ars generalis ultima, existen aplicaciones que te permiten movilizar diferentes plataformas en busca de un poema original. Ya sea mediante la acción de un mecanismo, como Poet’s Pad,  o con la colaboración de otros poetas. Este último es el caso de Build a poem. O una mezcla de ambos, proponiendo una competición poética con Portapoet, que incluye la simplicidad de los haikus para propagarlo por las redes sociales.

Y llegando mucho más lejos en cuanto a interactividad y poesia se refiere nos encontramos con PoeMM Cycle, donde la poesia se fusiona con el movimiento en una experiencia audiovisual única.

Lo que queda al final es que toda expresión o comunicación de cualquier  tipo se adecua a los tiempos que llegan y evolucionan en diferentes direcciones. Todo ello lo hemos comprobado con los distintos autores que han querido innovar en el campo de la poesía con sus aportaciones audiovisuales.

Esto da pie a nuevas fases creativas, a nuevas emociones y sentimientos para expresar, para crear tensión, para clarificar, para sentir. No todo está dicho, la humanización tiene caminos inexplorados todavía para reflejar ideas, sentimientos o emociones. La tecnología, como otras ciencias, no hace si no contribuir a mejorar y ampliar el campo.

La infancia es el momento ideal para introducir a los niños y motivarlos hacia la poesía, y eso ahora, pasa por el uso de la tecnología. Porque debemos centrarnos en enseñarles a ser personas, más que en contenidos, y la poesía favorecce la expresión más interna de ello.