Trayectoria del pintor Alberto Guerrero

<center>Alberto Guerrero. Imagen: José Luis R. Torrego.</center>

Alberto Guerrero. Imagen: José Luis R. Torrego.

Nacido en Barcelona en 1975, Alberto Guerrero es aficionado a la pintura desde niño. Su infancia y adolescencia transcurren en distintas provincias españolas: Barcelona, Valladolid, La Coruña, Santander y, finalmente, Madrid, donde se establece. Persiguiendo una formación sólida con la pintura en el horizonte como profesión soñada, decide estudiar Historia del Arte y después Restauración, especializándose en Pintura. Al terminar la Universidad comienza a trabajar en uno de los estudios de restauración más prestigiosos del país, lo que le da acceso a valorar de cerca importante obra de caballete y mural procedente de artistas consagrados. La restauración se convierte, de ese modo, en una exigente escuela de técnica pictórica que Guerrero disfrutará durante once años.

Con el ánimo de dedicar cada vez más tiempo a su verdadera vocación, abre en 2006 un estudio compartido con su hermano, músico, lo que le permite presentarse a exposiciones y comenzar una carrera artística que compatibiliza con el oficio de restaurador. Continúa trabajando para coleccionistas particulares y para varias iglesias en España y Oriente Medio, de entre las que cabe destacar el templo copto de Abu Sirga, en El Cairo, donde trabajará durante cinco años y que será siempre fuente de inspiración. Durante esta etapa, el artista se obsesiona con la búsqueda de la verdad detrás de la realidad, la autenticidad oculta tras las capas que los repintes, el tiempo, la suciedad o las meras circunstancias añaden al talento y a la primera intención de la obra.

En el año 2009 abandona la restauración para dedicarse de lleno a su trabajo de pintor.


albertoguerrero.es